Relato

8/6/2024

Diarios del Chomolungma

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Relato

Una cita con George Mallory

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Encontrarse a George Mallory a la vuelta de la esquina, es el sueño de cualquier montañista, o amante de todo lo relacionado a lo que las personas pueden hacer escalándolas. Las historias de los pioneros, a la gran mayoría, nos apasiona.

 

Existen algunos textos de George Mallory disponibles. Son textos que inevitablemente nos transportan a una época, donde todo, en todo sentido, era diferente. Lo mismo en la actividad de montaña, o mejor dicho, en la montaña misma.

 

Durante más de setenta años, los británicos se desvivieron por hacer propia a la montaña más alta del mundo. Finalmente, un día, se decidieron a llevar a cabo esa empresa. Surgió entonces la primera expedición al Monte Everest, en 1921, que fue, en todo sentido, mucho más que una simple expedición. Denominada oficialmente como 1921 British Mount Everest reconnaissance expedition, constituyó una empresa del más alto nivel, porque el objetivo así lo requería.

 

Establecida sobre un territorio absolutamente desconocido, había, simplemente, que hacer una exhaustiva radiografía del terreno, y plasmarlo, junto a las diferentes posibilidades, para que una, o más, expediciones posteriores, fuesen por el objetivo.

 

George Mallory, constituyó para el conjunto de las tres primeras expediciones al Everest, el personaje más experimentado, por el simple hecho, que participó en las tres; y mucho más aún, porque participó en la primera de ellas, que ahora nos toca analizar, en una “entrevista algo ficticia”, que vamos a entablar con nuestro interlocutor, jugando un poquito con el tema del tiempo.

 

Sí, porque nos vamos a transportar, imaginariamente, cien años atrás, como si fuésemos un viajero del tiempo. Vamos a enfocarnos exclusivamente en los conocimientos de aquella época, para formularle a George, las preguntas, basadas en un texto completo de sus escritos, para que todo esto simule ser una simple entrevista, con un enorme personaje. Digamos que es algo así, como la entrevista que cualquier periodista de montaña, hubiese soñado realizar.

 

Veamos entonces, como sale.

 

 

¿Estima usted que la 1921 British Mount Everest reconnaissance expedition, logró su objetivo?

 

El reconocimiento, a menos que fuera realmente para llegar a la cima, se vio obligado a dejar mucho sin probar, y su valor debe depender de observaciones de diversos tipos y no meramente de la práctica de pisar la nieve y las rocas. En este caso, la especulación se basa en la experiencia de ciertos fenómenos y en el estudio de las características de la montaña; y es relacionando lo que sólo se ha visto con hechos conocidos que se han extraído inferencias.

 

 

¿Se puede inferir que lamenta haber dejado pendiente alguna ruta?

 

Quizás se pueda considerar una desgracia que el grupo no se acercara a Chang La, por el glaciar East Rongbuk. El Lhakpa La resultó ser un obstáculo mayor de lo esperado. Pero en condiciones como las que esperamos encontrar antes del monzón, este camino tendría mucho que recomendar. Evita toda laboriosa caminata sobre un glaciar seco, y con nieve dura. La caminata hasta el paso desde el campamento, sobre piedras a 6100m, no debe ser excesivamente fatigante. Aún así, el hecho es que el descenso desde Lhakpa La, hasta el glaciar East Rongbuk es de no menos de 360m

 

(Nota del autor: La ruta del East Rongbuk, es la ruta habitual por el collado norte, que se utiliza en la actualidad. Es claramente más práctica, que la ruta por Lhakpa La, mencionada por Mallory, que hoy en día no es practicable, debido a su complejidad. A favor tiene el tema de la distancia, que se acorta muchísimo, pues no es necesario acceder desde el final del glaciar Rongbuk, sino que se corta camino accediendo directamente desde la meseta)

 

 

¿No sería mejor seguir este glaciar desde el valle de Rongbuk?

 

La ausencia de madera en este lado no tiene por qué disuadir a la expedición de 1922. Para ellos habrá suficiente tiempo disponible para proporcionar combustible a su base, y la única consideración debería ser la línea de aproximación más fácil; y aunque nadie ha atravesado toda la longitud del glaciar East Rongbuk, se sabe lo suficiente, como para elegir este camino con confianza.

 

 

¿Y que dificultades podría acarrear el glaciar East Rongbuk?

 

Aquí, como en otros glaciares que vimos, las dificultades se encuentran claramente por debajo del límite de la nieve perpetua, y la mayor parte de ellas fueron evitadas o resueltas por Wheeler, quien encontró un camino practicable hacia el medio del glaciar en aproximadamente 5800m, y estaba seguro de que la morrena media que tenía delante, le serviría de ascenso, y no sería más arduo de lo que habían demostrado ser las morrenas del glaciar West Rongbuk.

 

La visión de este camino desde el Lhakpa La confirmó su opinión, y aunque puede llamarse una especulación elegirlo, mientras que el camino desde el Este, ha sido establecido por el experimento, es una inferencia justa de la experiencia para concluir que la sección no atravesada del glaciar East Rongbuk, una distancia que podría lograrse muy fácilmente en una marcha si todo fuera bien, permitirá un acceso sencillo a Chang La.

 

(Nota del autor: Aquí Mallory, hace referencia a la ruta tradicional del collado norte, la utilizada en la actualidad, que ya fue visualizada claramente como viable, desde el paso Lhakpa La. Esta experiencia, derivará en su utilización para la expedición de 1924)

 

 

¿Cómo considera el acceso a Chang La, desde el glaciar East Rongbuk?

 

La muralla oriental, de unos 300 metros de altura, por la que se debe llegar a la brecha misma, nunca se puede estimar a la ligera. Aquí el reconocimiento ha forjado un vínculo. Pero los que llegaron al puerto no iban cargados de tiendas; y en otra ocasión las condiciones pueden ser diferentes. Puede existir el peligro de una avalancha o la dificultad del hielo. Por lo que vimos este año, antes de que el monzón hubiera traído una fuerte nevada, no es de ninguna manera improbable que se encuentre hielo a fines de mayo en la pendiente más empinada debajo de Chang La.

 

En ese caso, se requerirá mucho trabajo para cortar, y mantener reparar una escalera, y tal vez arreglar una barandilla, de modo que los culis cargados, no todos los cuales serán hombres de hielo competentes, puedan ser criados con seguridad. La cumbre del monte Everest está a unos 1800m sobre Chang La; la distancia es algo así como 2 millas, y la totalidad está inexplorada.

 

(Nota del autor: Nótese que Mallory hace mención aquí del riesgo de avalancha en la pared que conduce a Chang La. Al año siguiente, en la expedición de 1922, una avalancha, en este sitio, mató a siete sherpas)

 

 

¿Qué motivos tenemos para pensar que las dificultades del montañismo, no resultarán insuperables, que en lo que se refiere a la mera escalada? ¿La ruta es practicable?

 

En general, hay que tener en cuenta dos factores: la naturaleza del terreno y el ángulo de inclinación general. Cuando el escalador está confinado a una cresta estrecha, y no puede encontrar la manera de sortear un obstáculo, una torre, o muro muy pequeño, de unos seis metros, puede impedir su avance.

Allí el ángulo general puede ser el que más le guste: lo importante para él es que el ángulo sea demasiado pronunciado en un lugar determinado. Pero en la cara de una montaña donde su elección no se limita a un camino estricto y estrecho, el ángulo general es de primordial importancia: si es lo suficientemente suave, el escalador encontrará que puede vagar casi donde quiera para evitar los lugares más empinados.

 

 

¿Cómo considera el acceso desde Chang La hasta la cresta por sobre el Collado Norte?

 

Mucho antes de que llegáramos a Chang La, el señor Bullock y yo, estábamos bastante convencidos de que la pendiente desde aquí, hasta el hombro noreste, era lo suficientemente suave, y que la naturaleza de la cresta mal definida, que conectaba estos dos puntos no era tal como elección de ruta a una línea estrecha. Mirando hacia arriba desde el Collado Norte, no aprendimos nada más sobre los ángulos. Sin embargo, la vista no carecía de valor; confirmó ampliamente nuestra opinión sobre el carácter de lo que nos esperaba. La cresta no es una cresta; su sección es un ángulo redondeado. No está decorado con pináculos, no se eleva en escalones. Presenta un camino suave y continuo, y si las rocas todavía están cubiertas de nieve en polvo, o solo ligeramente rociadas, y en su mayor parte desnudas. La expedición de 1922 debería poder recorrer un largo camino en todos los eventos sin encontrar ningún obstáculo importante.

 

 

¿Entonces, el acceso a la cresta puede que no tenga grandes dificultades a su entender?

 

Puede que no sea un asunto perfectamente sencillo llegar a la cresta del noreste por encima de los 8500m. El ángulo se vuelve más pronunciado hacia esta cresta. Pero incluso en la última sección, a continuación, la elección de una forma no debería restringirse de manera inconveniente. A la derecha del grupo ascendente habrá nieve permanente en varios salientes inclinados, una alternativa fácil a las rocas si la nieve se encuentra en buen estado, y siempre ofreciendo un desvío para evitar un obstáculo.

 

 

¿Cómo sigue el camino después de arribar a la cresta por sobre el Collado Norte?

 

Desde el Hombro Nordeste, hasta la cima de la montaña el camino no es tan suave. La elevación es de solo 300m en una distancia lineal de ochocientos, pero la primera parte de la cresta está claramente irregular por varias torres, y la última parte es empinada. Mucho dependerá de la posibilidad de escapar de la cresta para esquivar los obstáculos y recuperarla fácilmente.

 

El lado sureste (a la izquierda subiendo) es terriblemente empinado, y es casi seguro que no sea posible atravesarlo. Pero los salientes inclinados cubiertos de nieve en el noroeste, pueden servir muy bien; la dificultad de ellos es su tendencia a ser horizontal en dirección, y a divergir de la cresta donde se inclina hacia arriba, de modo que un grupo que había seguido a uno con preferencia a la cresta, podría encontrarse cortado por un acantilado que atraviesa la cara por encima de ellos.

 

 

Vale decir entonces que no sería algo imposible encarar este último tramo, entiendo …

 

De una forma u otra creo que debería ser posible, con la ayuda de tales cornisas, llegar al último obstáculo. La cumbre en sí, es como el extremo delgado de una cuña empujada hacia arriba desde la masa en la que está incrustada. Solo se puede llegar a su borde, con el punto más alto en el extremo más alejado, desde el noreste subiendo un borde de nieve escarpado y romo. La altura de este último obstáculo debe ser de 200 pies. El señor Bullock y yo lo examinábamos a menudo a través de nuestros prismáticos y, aunque no parecía insuperable, cualquiera que fuera nuestro punto de vista, nunca parecía más que empinado.

 

 

En consecuencia, en base a su descripción del terreno ¿Qué otros factores deberían ser tenidos en cuenta para encarar un acceso hacia la cima?

 

Para determinar si es humanamente posible escalar a la cima del Monte Everest, o cuáles pueden ser las posibilidades de éxito en tal empresa, se deben considerar otros factores además de las meras dificultades del montañismo. Es al menos probable que los obstáculos que presenta esta montaña puedan ser superados por cualquier parte competente, si los encontrara en los Alpes. Pero es un asunto muy diferente enfrentarse a tales obstáculos en elevaciones entre 7000m y 8848m. No sabemos si es fisiológicamente posible, a alturas tan elevadas, que el cuerpo humano haga los esfuerzos necesarios para elevarse, incluso en el terreno más simple. La condición de la expedición de 1921, en septiembre durante los días del asalto, no puede tomarse como prueba de que la hazaña sea imposible.

 

 

Más allá de los temas referentes al terreno. ¿Cuáles serían sus consideraciones a tener en cuenta, para las futuras expediciones?

 

Los largos períodos pasados en los campamentos altos y el impuesto de muchas expediciones agotadoras, indudablemente reducen la eficiencia física de los sahibs y los culis por igual. La expedición de 1922, por otro lado, presumiblemente, elegirá para su intento un momento en el que los escaladores estén en la cima de su forma, y sus poderes dependerán del grado de su adaptabilidad a la condición de gran altitud. Quizás nada fue tan asombroso en el grupo de reconocimiento, como la rapidez con la que se aclimataron, y fueron capaces de realizar grandes esfuerzos, entre los cinco mil y los seis mil metros.

 

 

¿Dónde está el límite de este proceso de aclimatación entonces?

 

Hay evidencia suficiente para demostrar que pueden existir lo suficientemente cómodas, comiendo y digiriendo comidas abundantes, y conservando una sensación de vitalidad y energía, hasta los 7.000 metros. Puede ser que, después de dos o tres días pasados tranquilamente a esta altura, el cuerpo se ajuste lo suficiente como para soportar la diferencia aún mayor, con la presión atmosférica normal de 1800m más alta. En cualquier caso, una prueba práctica por sí sola, puede proporcionar la prueba en tal caso. Los experimentos llevados a cabo en un laboratorio, poniendo a un hombre en una cámara sellada, y reduciendo la presión, digamos, a la mitad de una atmósfera, por valiosos que sean, cuando se relacionan con las experiencias de los aviadores, no pueden establecer nada para los montañistas; porque dejan fuera de cuenta el importantísimo factor fisiológico de la aclimatación. Pero, en cualquier caso, es de esperar que los esfuerzos por encima de los 7000m, sean más agotadores que los que se realizan en elevaciones más bajas; y bien puede ser que la naturaleza del suelo, ponga la balanza en contra del escalador. Para él es muy importante que pueda respirar con regularidad, la exigencia de sus pulmones a lo largo de la cresta final no puede dejar de ser una tensión terrible, y algo así como una pelea por algún obstáculo empinado que interferiría con la regularidad de su respiración. Podría resultar ser una prueba más allá de sus fuerzas. Para superar estas dificultades respiratorias, a menudo se ha recomendado el uso de oxígeno, y el Dr. Kellas, realizó experimentos que continuarán en 1922.

 

 

¿Cómo sería a su entender entonces, el plan por encima del collado norte?

 

Seguirá existiendo la dificultad de establecer uno o quizás dos campamentos por encima de Chang La (7000m). De ninguna manera es seguro que exista un lugar por encima de este punto en el que puedan instalarse las tiendas. Quizás la expedición se las arregle sin tiendas de campaña, pero de esa manera, no se logrará una gran economía de peso; aquellos que duerman a una altura de 7600m o 7900m, tendrán que recibir generosamente cosas calientes.

 

 

La logística entonces, por encima de ese punto, es un importante factor a tener en cuenta. ¿Verdad?

 

Probablemente se tendrán que transportar unas quince, o al menos doce cargas desde Chang La. No se espera que haya oxígeno disponible para este propósito, y la tarea, cualquiera que sea la organización que se proporcione, será severa, posiblemente más allá de los límites de fuerza humana. Además, otro tipo de dificultad pondrá en peligro las posibilidades de éxito. Es posible que dos hombres luchen de alguna manera para llegar a la cima, sin tener en cuenta cualquier otra consideración. Es un asunto diferente escalar la montaña como lo harían los montañeros. Por supuesto, los principios, consagrados en el Alpine Club, deben respetarse en la ascensión al monte Everest.

 

 

¿Cuáles son esos principios?

 

La expedición debe mantener un margen de seguridad. No debe ser una empresa loca impulsada precipitadamente sin importar el peligro. La aceptación mal considerada de todos y cada uno de los riesgos no forma parte de la esencia del coraje perseverante. Una empresa de montañismo puede mantener la cordura y el buen juicio y seguir siendo una aventura. Y de todos los principios por los que nos apoyamos, el primero es el de la ayuda mutua.

 

           

¿Qué se puede hacer por un hombre que está enfermo, o anormalmente exhausto en estas grandes altitudes?

 

Sus compañeros deben asegurarse de que lo bajen a la primera oportunidad y con una escolta adecuada; y la obligación es la misma, ya sea sahib o coolie; si le pedimos a un hombre que lleve nuestras cargas a la montaña, debemos cuidar su bienestar, cuando lo necesite. Se puede dar por sentado que tal necesidad surgirá e interferirá muy seriamente con cualquier organización, por muy ingeniosa y cuidadosamente que se organice.

 

 

¿Considera usted que exista algún factor adicional, para lograr el éxito en la cumbre del Everest, que no hayan tenido que considerar en esta expedición de 1921?

 

En general, se puede decir que para el éxito se requiere un factor más allá de todos los demás. Hay demasiadas posibilidades en contra de los escaladores; demasiadas contingencias pueden volverse contra ellos. Cualquier cosa como una avería del transporte será fatal; la nieve blanda en la montaña será una defensa inexpugnable; un viento fuerte hará retroceder al más fuerte; incluso un asunto tan pequeño como una bota ajustada a una cortina demasiado ajustada puede poner en peligro el pie de un hombre, e involucrar a todo el grupo en retirada. Los escaladores deben tener sobre todas las cosas, si quieren ganar, buena fortuna, y la mayor buena fortuna de todas para los montañistas, un constante espíritu de bondad en el mismo Monte Everest, el olvido durante bastante tiempo de sus estados de ánimo más crueles; porque debemos recordar que la más alta de las montañas, es capaz de severidad, una severidad tan terrible, y tan fatal, que los hombres más sabios hacen bien en pensar, y temblar incluso en el umbral de su gran esfuerzo.

 

 

Extraído de “La ruta a la cumbre” por George Leight Mallory, 1922.

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